Todo empieza con una conversación

SILLA

EN PIE

Desde el reconocimiento de la necesidad de construir herramientas que posibiliten el ejercicio responsable y solidario de las personas, nos mostramos preocupados por el escaso eco social de estas propuestas, aún cuando se busca la mayor sencillez en las mismas. El uso de las herramientas creadas es muy reducido lo que, además de dificultar su sostenibilidad, impide alcanzar el objetivo buscado en volumen suficiente.

Queremos diseñar y crear, convertir en realidad , un proyecto cuyo objetivo es hacer saltar la chispa que active a las personas a emprender procesos de empoderamiento. Queremos dar voz a los protagonistas de cada historia, la historia de cada uno de nosotros. Estamos convencidos de que la cultura, en su más amplio significado, es la mejor vía para conseguir ese primer impulso.

Tras este impulso inicial otros proyectos, como es caso de la Escuela de Ciudadanía con sus diferentes escuelas, OKONOMIA como ejemplo, o las CAFs (Comunidades Autofinanciadas)… ayudarán a la consecución del objetivo, el empoderamiento ciudadano.

Nuestro marco es el territorio como un todo común en el que nos identificamos y que compartimos. Las necesidades no resueltas, o al menos no satisfactoriamente, son el porqué de las acciones. La cooperación en la resolución, y generación de beneficio común, se construyen desde la recuperación de la confianza en uno mismo como paso previo a la confianza colectiva.

Nuestro territorio es el individuo, la casa, la calle, el barrio                      SILLA

Crear confianza en uno mismo: SABER que PUEDES (Psicológico), traspasar el saber a el poder solucionar tu tus propias necesidades (Personal), y la necesidad que se tiene de lo colectivo para solucionar las necesidades individuales y colectivas. Recuperar el concepto de recursos (coche, bici, hormigonera, libros, …) puestos en común, El SUPORT MUTU, el apoyo mutuo. Con conocernos creamos lazos de acción para la resolución de problemas (Traspasar la barrera hacia lo COLECTIVO)

Crear círculos de confianza, de empoderamiento.

Empoderar para sanar la enfermedad social que sumerge a las personas, una a una, en la aceptación de un discurso alimentado desde el miedo. Sanación del cuerpo social-cuerpo individual. El Chamán social que crea espacios de libertad, de no-miedo para liberar las fuerzas colectivas. Proceso colectivo de generación de una espiral hacia arriba, positiva, liberadora. Reconocerse en los Otros.

Un nexo común, un objetivo: contar a través de la imagen y la palabra tu propia realidad (radio online, TV online, la cultura como liberadora…) DEL YO INDIVIDUAL AL YO COLECTIVO.

No estamos ante un planteamiento de una acción para los convencidos o para los militantes, sino una apuesta, desde la generosidad, para todas las personas que cohabitan en ese territorio.

La calle, el barrio y sus grupos de acción cultural existentes, o aquellos que en un futuro se puedan crear, son los espacios para la construcción compartida.

Elegido y conocido un territorio, identificamos sus necesidades y construimos soluciones. Una construcción que se posiciona en el “trabajar con frente al trabajar para”. El actor de cambio ha de ser el vecino, el ciudadano, el que tiene esa necesidad y está dispuesto a resolverla en beneficio de todos.

¿Cómo conseguir que esta persona se active?

Para dar respuesta a esta pregunta, nos apoyaremos en las siguientes afirmaciones:

Las personas del territorio son, todas ellas, poseedoras de valor que poder compartir. Reconocerse poseedora de este valor expulsa el miedo y la enfermedad social.

Necesitamos dejar de llamarnos personas o ciudadanos para llamarnos por nuestro nombre. Necesitamos reconocernos como personas individuales que estamos en un mismo territorio con una realidad que nos vincula en sus riquezas y sus miserias. Hay un nexo fuerte que es cimiento suficiente para la construcción.

Cada uno de nosotros es un gestor de conocimiento y de útiles que podemos poner a disposición de los demás, consiguiendo de esta manera crecer en utilidad social.

Para provocar el encuentro y el conocimiento inicial, para ponernos nombre y apellidos, para juntarnos en la construcción de soluciones, identificamos a la cultura como una vía excelente.

La creación del proceso corresponde a la comunidad, es ella quién ha de construir sus soluciones. Nuestro papel está en colaborar en el inicio del movimiento y acompañar su consolidación.

Una vez se inicie el movimiento, el proyecto aportará útiles para avanzar en la generación de auto-confianza individual, que será posteriormente colectiva.
El proyecto que queremos ha de aportar la metodología de acercamiento, de invitación y de provocación. Ha de disponer de un método y unas herramientas que se acoplen a cada territorio para que las personas del mismo las utilicen. Con ellos construiremos una dinámica que nos ponga en marcha, que nos muestre los vínculos y las fortalezas que juntos tenemos. Que evidencie los retos desde las necesidades y las capacidades que todos tenemos individual y colectivamente.
Grupos de teatro, payasos, dimonis, radio, cine y muchos más, serán vías y maneras de dar voz, de devolver el valor a nuestras historias contadas primera persona.